Francisco Aguirre Leo

Mercado electrico poco competitivo

Con el balance oferta y demanda futura de electricidad en Chile marcada severamente por la intervención presidencial en el proyecto carbonero Barrancones, que estaba ya años cumpliendo con salvar las instancias normativas establecidas, y que hay quienes señalan que ahora pareciera ser compensada por una alianza nuclear con Francia, la oferta energética nacional en generación de electricidad se encarece y complica para regocijo de las pocas empresas generadoras ya instaladas y operando en Chile en un mercado poco competitivo y aproblemado ahora aún más cuando reciente resolución judicial ahora pone nuevas trabas al proyecto de MPX del brasileño Batista, que se esperaba pudiese introducir algo más de competencia en el mercado minero del Norte Chico, de necesario abastecimiento termoeléctrico homólogo al del Norte Grande, aunque atenuado por sistemas de transporte que importan electricidad desde el sur pero también con restricciones crecientes en su desarrollo.

El espolón ambientalista

Así, los grupos ambientalistas locales, pero con fuerte apoyo financiero internacional, están de fiesta luego de que, además de poner la proa al uso a gran escala de nuestro principal recurso nacional, la hidroelectricidad, logra también levantar la presión contra el uso del carbón para generar electricidad, lo que ha sido históricamente nuestra segunda fuente energética y que en los últimos dos años se definió como el recurso que en la próxima década debe sacarnos del trance impuesto por la restricción de gas natural argentino.

En cuanto a recursos alternativos a hidroelectricidad, de petróleos ni hablar, pues aún cuando transitoriamente ha reemplazado al gas natural como combustible, lo está haciendo a precios que inhiben el desarrollo normal de actividades productivas. Respecto de GNL, si bien es un combustible más limpio, sus precios negociados ventajosamente por los proveedores en un momento de stress energético como asociados a la par del petróleo, lo hacen ser sólo un reemplazo ecológico competitivo del Diesel pero no una solución para el desarrollo.

El complemento Renovable

Por su parte, en el mundo, las energías renovables más baratas son escasas, aunque apenas competitivas como son las bioenergías, pequeñas hidroeléctricas, eólicas de alto factor de planta y alguna geotermia, estas últimas ambas que aún no tenemos. Otras, como la solar y mareomotriz son económicamente irrealizables para un mercado sin subsidios. Así entonces, todas ellas deben considerarse un complemento todavía muy caro, no competitivo con lo tradicional de buena perfomance, aún cuando Chile deberá incorporarlas forzadamente para alcanzar una meta de participación de 10% hacia el año 2024 o de 20% como se está señalando últimamente como parte de una política energética que más bien fuerza lo que por sí solo las evaluaciones económicas privadas no desarrollarían.

Lo que se logra es sin duda una huella de carbono mas limpia pero a costos que si bien la industria minera, hoy poderosa y próspera podrá sobrellevar, no es el caso de otras industrias, también intensiva en el uso de electricidad para producir lo que muchas veces debe competir internacionalmente con desventajas.

¿Qué alternativa nos queda para crecer al 6%?

En resumen, lo concreto es que con las tecnologías antes enumeradas debemos pensar como abastecer 10.000 MW de nueva demanda de electricidad hacia el año 2020 y más del doble hacia el 2030. Sólo como orden de magnitud para quien desee medir el problema, el así llamado megaproyecto HidroAysén son solo 2750 MW y su fecha de puesta en servicio completa, sin atrasos, es posterior al 2018. Aquí es donde necesariamente parece inevitable considerar como candidata una de las principales energías comerciales aún no presentes en Chile, la nuclear. Sin embargo, para cumplir compromisos políticos el gobierno Chileno anterior, y pareciera también el actual, postergan la urgente decisión tornando dramático un panorama futuro resultante del oprobio de las energías comerciales tradicionales como son la gran hidroeléctrica y la termoeléctrica a carbón, con consecuencias de una matriz energética no competitiva en el concierto de nuestros competidores vecinos que aparecen más atractivos para la inversión industrial y minera.

La generación nuclear y su origen bélico en torno a Uranio

La tecnología nuclear nace impulsada el siglo pasado por el motor bélico de producir Plutonio con la quema de Uranio en reactores atómicos, algunos muy precarios como el caso de Chernobyl, que sin cupula protectora fue transformado en una fábrica generadora de electricidad, dejando al mundo espantado con un accidente evitable si el sarcófago confinador del accidente nuclear que desacreditó esa industria.hubiese existido. En las centrales nucleares actuales fiscalizadas severamente por la Organización de Energía Atómica, que también vela por que se cumplan stándares de seguridad aprobados por los países asociados, el combustible debe reponerse periódicamente principalmente con cargas nuevas de Uranio enriquecido y deben retirarse los residuos, entre ellos el Plutonio.

Luego de la letal bomba Atómica o Bomba H, cuyo poder pone fin a la guerra mundial, la tecnología nuclear se evidencia como una fuente energética poderosa en distintas formas: hidrógeno, vapor, electricidad y se desarrolla fabricando combustible con átomos fisionables en torno a la industria del Uranio, elemento mineral fisionable actualmente usado como isótopo que se enriquece con una tecnología disponible por pocos países y que por tanto tampoco asegura el insumo y que hace también a los paises usuario dependientes de un reducido numero de paises proveedores.

Así entonces, dicha industria, como la del petróleo, hiperdesarrollada en el siglo pasado, hoy está renaciendo ansiosamente con reactores comerciales de gran tamaño (700 a 1000 MW los más conocidos) no obstante existen otros elementos fisibles, como es el Torio, de propiedades atómicas similares que muestra ventajas que el mundo tecnológico actual está evidenciando en diversos ambientes y que básicamente usa el mismo hardware con innovaciones tecnológicas menores.

¿Porque Uranio y no Torio?

Como elemento fisible alternativo al Uranio tenemos al Torio, que como combustible primario es mucho más abundante, con un ciclo de combustible muy simple y propuesto para el desarrollo de reactores alternativos con ventajas notables respecto a los primeros. Se ha desarrollado por ejemplo la tecnología de los así llamados reactores DBI, silenciosamente estudiados para producir energía con plantas generadoras que pueden habilitarse en corto plazo, que innovan tecnológicamente pareciendo muy favorables a la realidad de Chile, pues favorece la generación eléctrica descentralizada y modular con unidades nucleares pequeñas frente a reactores nucleares tradicionales actuales. que tienen las desventajas de la basura radioactiva que permanece por miles de años, la proliferación de armas, un ciclo de combustible de uranio costoso tóxico y complejo, y grandes intereses de capital por largos tiempos de construcción. En cambio los especialistas señalan que el reactor de Torio DBI proporciona una reducción drástica de un 90% o más de la basura radioactiva, sin la necesidad de retratamiento, el combustible consumido no sirve para el uso bélico, teniendo un ciclo de combustible simple y económico, cortos tiempos de construcción y módulos que pueden crecer durante el tiempo. Todo ello hace de un proyecto nuclear una alternativa viable, mas versátil, económica y que no introduce grandes desadaptaciones de oferta y demanda en un mercado aún pequeño como es el chileno.

Las nuevas normativas renovables y nucleares

La normativa original referente a las ERNC está evidenciando falencias que serán mejoradas con una nueva normativa, derivada de la presión que los distintos actores hacen sobre la autoridad. De ella depende la evolución futura del parque generador chileno, su componente renovable y los aspectos económicos comprometidos que definirán los precios de la electricidad. También está en análisis la normativa que permita el desarrollo y uso de tecnologías nucleares, que en lo esencial no debiesen ser discriminatorias a priori de las tecnologías asociadas al Torio por ser estas innovadoras.

La matriz energética 20-30

Finalmente, de todo lo anterior debiese resultar una matriz energética muy diversificada, con participación importante de recursos locales, con un sistema interconectado integrado en SIC-SING, sin grandes concentraciones tecnológicas, con muchos más operadores que contribuyan a la competencia en un marco tecnológico y económico sano sin subsidios y que en la década de los años 20-30 reponga una normalidad sobre el mercado energético convulsionado en este siglo, inicialmente con un pasajero veranito de San Juan traido por el GN argentino barato, pero cuya contrapartida han sido y serán todavía largos años de readaptación del mercado eléctrico chileno, actualmente muy desfavorable para los consumidores y cuyos precios han dejado atrás el principio económico marginalista apropiado para mercados adaptados, aún más distorsionado por presiones ambientalistas que nos están llevando a un lugar de privilegio en este ámbito pero a un costo que debe moderarse buscando un correcto equilibrio entre mediano y largo plazo cuanto antes..